Con la que está cayendo en Irán, el pobre Kim Jong-Il no quiere que nos olvidemos de él. Por eso es por lo que ha vuelto a amenazarnos de nuevo con que nos mantengamos alejados de sus aguas nacionales (¿van a probar otro misil de “largo” alcance los norcoreanos?) y con una guerra nuclear total.
Apuesto a que ahora mismo se lamenta por los chocolates que le envió a Ahmadinejad para felicitarle por la victoria. El maldito persa le está quitando protagonismo. Ni siquiera una cadena de errores de la prensa de medio mundo -que anunciaba un “ataque” el 4 de julio sobre Hawai- pudo relegar de las portadas los disturbios en Teherán.
Wednesday, June 24, 2009
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¿Tienes miedo? Esto funciona así. Primero haces aquello que te infunde temor y es luego cuando te entra el valor.
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