Este miércoles Corea del Norte lanzó con éxito -al fin- un satélite al
espacio, convirtiéndose en la decimoprimera nación del mundo en hacerlo. La
fecha es fácil de recordar (12.12.12) y es sin duda un gran paso adelante para
el régimen de Kim Jong-un.
Varios detalles demuestran cómo los norcoreanos han mejorado. Por
ejemplo, han conseguido por fin separar con éxito la tercera etapa del cohete,
que era la que les había dado problemas en el pasado -al menos con los cohetes
que consiguieron volar.
También han logrado predecir con exactitud dónde caerían las diferentes
etapas del cohete, confirmando los temores de Filipinas. Esto es más importante
de lo que podría parecer, ya que les da más control sobre la trayectoria y
destino de un cohete de largo alcance y de, por poner un ejemplo, un hipotético
misil balístico intercontinental (ICBM).
Photo: Kyodo News |
Pero probablemente su mayor logro haya sido engañar a medio mundo -y aquí
debo incluirme- con la estratagema del “retraso debido a la nieve”. Sabíamos
que pasaría, pero no lo esperábamos tan pronto. Si era un truco para llamar la
atención, funcionó perfectamente.
Todos los ojos estaban sobre ellos. Pero cuando ocurrió, sólo los
vecinos regionales estaban más o menos al tanto. Japón y Corea del Sur condenaron
en cuestión de minutos el lanzamiento, primero por separado y luego en una
frenética acción diplomática conjunta.
Eso no significa que supieran que iba a pasar cuando pasó. Los coreanos
dijeron que nunca se creyeron el retraso y estaban confirmando los rumores. Los
japoneses dijeron que desde que despegó, tuvieron el cohete en el punto de mira
de sus fragatas antimisiles pero prefirieron no disparar. Suena a excusa.
Europa y Estados Unidos reaccionaron incluso más despacio. En el caso
de Europa les pilló en mitad de la noche y sólo Reino Unido llamó a consultas a
su embajador.
Para Estados Unidos la vergüenza fue mayor. Tuvo que pasar más de hora y media
para que el Departamento de Estado emitiera un comunicado donde decían que
habían “percibido” el lanzamiento.
Japón y Corea habían confirmado el lanzamiento y la televisión oficial norcoreana
había emitido un especial sobre el lanzamiento que estaba por todo Twitter y
Facebook, pero Estados Unidos sólo lo había “percibido”.
Photo: KCNA |
De todos modos no es que suponga un peligro inminente para América. Cohetes
espaciales y misiles intercontinentales comparten tecnología, pero los segundos
tienen el doble de trabajo.
Mientras que para lanzar un satélite sólo necesitas ir hacia arriba,
para golpear un punto al otro lado del planeta necesitas un escudo térmico para
superar la reentrada y cálculos de trayectoria complejos. Fabricar un ICBM
funcional les llevará varios años más de desarrollo a los norcoreanos. Y por
supuesto, cada prueba que hagan traerá consigo sanciones de la ONU. Incluso
China y Rusia han protestado por este lanzamiento.
Sin embargo, nadie ha dicho nada en la ONU acerca del misterioso X-37B americano,
lanzado al espacio un día antes que el satélite norcoreano. El X-37B es un
drone espacial de la fuerza aérea estadounidense. Aunque oficialmente se usa
para llevar a cabo experimentos científicos, Estados Unidos se ha negado de
forma sistemática a desvelar cuáles son esos experimentos.
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