Tarde o temprano siempre pasa. Después de cualquier tragedia -o hazaña-
creada por el hombre hay siempre un grupo de gente que salta a hablar de
conspiraciones. Pasó y pasa lo mismo con el 11-S que con el aterrizaje en la
Luna. El caso del atentado de Boston no iba a ser menos y en la era de
Internet, apenas una semana más tarde ya las hay de todo tipo.
Personalmente, soy muy escéptico de los escépticos. Para otros, es más
fácil ver conspiraciones.
Una página web ha recopilado varias
pruebas que, según el autor, demuestran que todo lo ocurrido en Boston fue
orquestado. Hay algunas que se basan en parecidos físicos, como la que
argumenta que Jeff Bauman es en realidad un veterano de Iraq doble amputado
llamado Nick Vogt. Sin embargo, más allá de cierta semejanza física, son dos
personas claramente diferentes.
Otras dicen que el mayor de los hermanos chechenos estaba vivo al ser
arrestado. Como prueba, muestran un vídeo colgado online
en el que dicen que la persona desnuda que se ve escoltada por la policía es el
mayor de los Tsarnaev.
Esto sin embargo choca con los testimonios de decenas de vecinos.
Además de algo muy obvio: Tamerlan Tsarnaev tenía
pelo en el pecho (se ve tanto en fotos antiguas como en las post-mortem
distribuidas por la policía), mientras que el individuo del vídeo está
depilado.
Otras teorías apuntan a que una empresa de seguridad privada (Craft
International) es la que plantó
las mochilas-bomba. Hay incluso quienes afirman que los tres mismos
individuos de esa empresa que estaban en Boston también estaban en Sandy Hook
después del tiroteo que acabó con la vida de varios niños y adultos en una
escuela de la localidad.
Si así fuera, esos tres hombres estarían haciendo muchas horas extras.
Resulta poco creíble que una empresa de seguridad tenga a sólo tres hombres
encargados de hacer el trabajo sucio de las conspiraciones.
Por otra parte, no resulta tan difícil de creer que simplemente y como
en el caso de Bauman-Vogt sea sólo un parecido físico. Como tampoco es difícil
de creer que en la cuna del capitalismo se subcontrate a empresas externas para
hacer el trabajo de la policía y encargarse de parte de la seguridad de un
evento público.
Otra cosa bien diferente es pensar que haya empresas de seguridad
privada que quieran hacer caja con la desgracia ajena. Eso no es una
conspiración, es real
como la vida misma. Buitres hay en todas partes, pero que se aprovechen de
los desastres no significa que quieran o tengan la capacidad de provocarlos.
Hay muchas más
teorías. Como la de un ciudadano saudí involucrado en el atentado que
resultó herido y que habló con Michelle Obama en el hospital. Los
conspiracionistas olvidan mencionar que la Primera Dama también visitó a mucha
más gente en ese mismo hospital como parte de una visita del Presidente y ella
a los heridos en el atentado. Porque parece ser que eso también es extraño.
Pero incluso si aceptamos por un momento que alguna de las teorías
planteadas sea plausible, hacer esto por el simple hecho de hacerlo no tendría
ningún sentido. La pregunta a hacernos no es quién, sino para qué. El motivo
detrás de las acciones es lo que más información nos da sobre un hecho en sí.
¿Quién sale ganando? El gobierno de Obama no, desde luego. No han sido
unos locos de las armas, con lo cual no les sirve para impulsar legislación
para el control de armas como quiere hacer el Gobierno estadounidense.
Tampoco ha sido un país enemigo por muy musulmanes que sean los
chechenos. Es más, Rusia -quien sí tiene enemistad con los chechenos- ha pedido
varias veces a Estados Unidos que deje de meterse en “asuntos internos” de
Rusia por criticar la dureza de Putin con Chechenia.
No tiene sentido dar la razón a Rusia demostrando que los chechenos son
terroristas, ni tampoco es viable una invasión en Chechenia (territorio ruso).
Al final, muchos de estos conspiracionistas, y muchos de los que saltan
al carro con ellos, son los mismos que cometen graves errores de bulto en otros
asuntos. Desde usar el atentado para defender sus causas personales (como los defensores
de la posesión de armas de fuego o de la tortura
a detenidos) hasta pedir
la invasión de la República Checa (algo que obligó al embajador checo a emitir
un comunicado informando de que Chechenia y la República Checa son dos
entidades diferentes y separadas geográficamente).
El pequeño de los hermanos, ahora que ha empezado a hablar -aunque sea
por escrito- seguro que aclarará más cosas.
Mientras tanto, me descubro el sombrero -de papel de aluminio- ante la
imaginación despertada por muchos conspiracionistas. Pero al final, en estos
casos lo mejor es aplicar la navaja de Occam: la solución correcta es la más
simple. En este caso probablemente es que los hermanos Tsarnaev eran lobos
solitarios.
Una posibilidad, por cierto, que debería dar aun más miedo. A un grupo
más o menos organizado, aunque sea a base de células operativas, se le controla
más fácilmente. Si hablamos de lobos solitarios que pueden actuar
independientemente y en cualquier momento, estamos hablando de una evolución
similar a lo que en su día significó el cambio de ejércitos regulares a las
guerras de guerrilla. Y ya sabemos lo que les pasó a los franceses en España o
a los americanos en Iraq y Afganistán.
No comments:
Post a Comment