Apuesto a que ahora mismo se lamenta por los chocolates que le envió a Ahmadinejad para felicitarle por la victoria. El maldito persa le está quitando protagonismo. Ni siquiera una cadena de errores de la prensa de medio mundo -que anunciaba un “ataque” el 4 de julio sobre Hawai- pudo relegar de las portadas los disturbios en Teherán.

No comments:
Post a Comment