África

Este domingo salió a la luz un extracto del informe redactado por el General Díaz de Villegas el pasado mes de enero tras dimitir como jefe de la misión de la ONU en el Congo. En su momento muchos le tildaron de cobarde y mentiroso. Por ello, perdió su estrella y fue lanzado al olvido de la reserva. Sin embargo, la lectura del documento revela otra verdad.

Díaz de Villegas se queja de la falta de efectivos, la falta de previsión y la falta de equipamiento que, según su parecer, impedían realizar la misión. Su honor militar le obligaba a renunciar a poner en peligro la vida de sus hombres. La realidad se ha encargado después de darle la razón: aquello que predijo, sucedió.

África sigue siendo el continente olvidado por (casi) todos. En el 94 la ONU sufrió probablemente la mayor vergüenza de su historia al responder de una manera tan lenta, torpe e ineficaz al genocidio rwandés. Más de diez años después, las críticas siguen apareciendo en la misma zona del globo y por los mismos motivos, tal y como apunta en su informe el General Villegas.

Desplazándonos al sur o al norte de la región de los Grandes Lagos tampoco la situación es mejor. Al sur, Zimbabwe es el mayor ejemplo de cómo puede consumirse un país. Con un Gobierno bajo sospecha, más de un 94% de desempleo y la inflación disparada a más del 200.000.000% (eso sí es un regalo envenado para Biti, jefe de la oposición y nuevo Ministro de Economía y no la recesión estadounidense), lo único que le faltaba era una epidemia de cólera, que ya se ha cobrado 3.400 víctimas. Ahora bien, que a Mugabe no le falte de nada en su fiesta de cumpleaños.

Al norte, un poco mejor, pero no mucho. Está muy bien que Gadafi quiera unir a los países africanos en algo parecido a la UE. Lo que despierta recelos es que se corone “rey de reyes” y pretenda gobernar sobre ellos. Recuerda peligrosamente a otros dictadores o incluso emperadores de siglos pasados. Eso por no hablar de lo que sucede un poco más al este, en Somalia.

No obstante, aunque como decía antes casi todos olvidan África, hay algunos pocos que no. Uno de los mayores inversores en África en los últimos años ha sido China. La voracidad del tigre asiático por materias primas y la riqueza del continente negro les hace socios naturales.

A cambio, China invierte en desarrollo. El boom de las nuevas tecnologías en África depende en gran parte de empresas chinas, sobre todo Huawei Tech. Seguro que de ello se hablará en la nueva gira africana de Hu Jinato (la quinta en cinco años desde que fuera elegido).

No obstante, lo que está haciendo China no es más que una versión actualizada del expolio europeo. Sólo el Magreb y Sudáfrica parecen poder escapar con un mayor grado de autonomía de ese círculo vicioso. En el caso del Norte de África, su cercanía a Europa facilita las cosas. Para Sudáfrica, la gran oportunidad será el Mundial de fútbol de 2010. Los incidentes racistas de hace un año -¿habrán aprendido de su exmetropoli?- son un obstáculo a superar. En otras cosas, nos llevan años de ventaja. Allí, por ejemplo, Bush ya ha muerto. Parece que los bushismos no mueren con Bush.



Foto via muchapasta.com.