Estados Unidos mira al sur

Fidel Castro ha cumplido sobreviviendo a otro presidente estadounidense. Y puede que también sobreviva al fin del embargo.

A finales del año pasado el propio exilio cubano pedía al ya presidente electo Obama que cambiara su política para con Cuba. Y que levantara el embargo. El cambio con respecto a la isla caribeña estaba ya en la agenda del nuevo presidente. Ahora también lo esta en la agenda del Senado, que ha aprobado un documento en el que indica que la política de aislamiento no funciona. El documento viene firmado por Richard Lugar, el republicano de más alto rango en el Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara Alta.

El documento sale a la luz días después de que Castro reapareciera de nuevo -y probablemente vuelva a hacerlo tras la visita de 24 horas de Chávez a la isla- y supone un punto de partida de la nueva política estadounidense con respecto a Cuba. El informe destaca, como principales problemas del embargo, que dificulta la cooperación en materia de inmigración y control del tráfico de drogas.

Pero sobre todo, lo que dificulta es la relación de Estados Unidos con Europa y Latinoamérica, ambos detrás de compromisos con La Habana. Hasta ahora, debido al bloqueo, Cuba sólo podía hacer tratos con África, China y Rusia -con estos últimos y Venezuela incluso realizaron ejercicios militares conjuntos el pasado verano y la relación va en aumento.

Con el nuevo tablero geopolítico, el equipo de Obama prefiere mantener a los amigos de vuelta en el redil y las amenazas fuera de su vecindario. Por tanto, renovar lazos con Cuba no sólo quita enemigos, sino que también trae de vuelta antiguos amigos (Europa, y sobre todo España, muy distanciada de Estados Unidos desde el 2004) Y no sólo eso, también intenta aislar un poco más a Chávez, Morales y Correa.

Por si acaso la izquierda en Europa se pensaba que Obama era de los suyos e iba a venir a salvarlos.

Foto: AP



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