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Friday, April 24, 2009

Cariño, tenemos que hablar…

Hace una semana, John Kerry -ese que perdió el primer asalto contra Bush- afirmaba que realmente, Estados Unidos carece de una estrategia definida para Pakistán. Lo que faltaba, vamos. Y encima viniendo de una de las vacas sagradas de los Demócratas.

Sin embargo, por fin algo se empieza a mover en Estados Unidos. En Worldwide llevábamos diciéndolo desde hace mucho tiempo, insistiendo siempre con la misma cantinela: para solucionar Afganistán, hay que fijarse en Pakistán; y para solucionar Pakistán, hay que cuidar sus relaciones con India.

Bueno, pues parece que en los despachos de Washington ya se están dando cuenta de ello. El General Petraeus se acercó esta semana a los pakistaníes y les dijo aquello de "tenemos que hablar". Finalmente, se lo espetó bien alto y claro: superadlo, se ha terminado.

“The biggest of the big ideas with respect to Pakistan is that the existential threat to the country is the internal extremist threat, not the Indians — and that is a pretty big idea,” Petraeus said. “It is an intellectually dislocating idea for the institutions of Pakistan, for the military, for others that have spent — just as we spent decades faced off against the Warsaw Pact and were almost comfortable with that.”


Por supuesto, no va a ser fácil para Pakistán desprenderse de la “comodidad” de tener un enemigo fácil de odiar. Los indios profesan otra religión y son culturalmente diferentes, son otra cosa. Ahora bien, tener que empezar a combatir a alguien a quien ves como tu hermano y que te ha proporcionado mucha ayuda en tu guerra contra India, no es fácil.

Pero también es cierto que, como dice Petraeus, de no atajar el problema indígena de la insurgencia, los antiguos amigos pueden convertirse en un enemigo peligroso. Estados Unidos sabe bien de lo que habla en esto.

Los talibanes pakistaníes han demostrado varias veces ya su capacidad. Capacidad que, por cierto, cada vez va en aumento. Los atentados se suceden diariamente. Y nada ni nadie está a salvo. Ni siquiera algo tan sagrado en la sociedad sudasiática como uno de los deportes rey de la zona, el críquet. De hecho, el ataque sufrido por la selección de Sri Lanka ha motivado que el mundial de 2011, que debía celebrarse en Pakistán, no vaya a tener lugar finalmente allí.

Los talibanes incluso han sido capaces de golpear en India, como demostraron en Bombay. El juicio que se ha iniciado esta semana en el país vecino es un doloroso recordatorio de un suceso que bien pudo desestabilizar la región. Y si se mantuvo todo dentro de unos límites aceptables fue gracias a la calma india, que no hizo una pira funeraria del asunto.

Por supuesto, Estados Unidos quizás también debería atender a las palabras de Kerry y replantearse su estrategia en Pakistán. Ahora mismo todo son medias tintas. Reconoce que hay una amenaza pero no quiere enfadar a los pakistaníes con (más) tropas sobre el terreno. Por ello sólo golpea a la insurgencia mediante ataques de drones, algo que está causando más terror y muertes entre la población civil que entre los talibanes. Todo un caldo de cultivo para futuros terroristas.

Tampoco los militares pakistaníes parecen contentos. Aunque por distintas razones. Ellos sí quieren los drones volando y atacando a los talibanes (al menos oficialmente) pero los quieren tener bajo su control. Será raro que esto ocurra. Con un ejército del que Estados Unidos no acaba de fiarse y un Gobierno extremadamente débil y falto de apoyo, no hay las mejores condiciones para propiciar un trasvase de poder.

Mientras tanto, los de verde seguirán teniendo el control en la sombra del país y fijando su objetivo primordial en India. De la ayuda recibida por los pakistaníes para comprar armamento, la mayoría ha ido a la compra de fragatas, aviones, misiles y artillería antiaérea. Estupendos para luchar una guerra convencional contra otro ejército (pongamos por ejemplo... India) pero totalmente inútiles para un conflicto asimétrico.

Lo que está claro es que Pakistán es la clave de este conflicto regional. Petraeus dijo en la misma conferencia que “Afganistán va a ir a peor antes de ir a mejor”. Si en ese tiempo también se pierde Pakistán -o aun peor, se deja que caiga en manos de los islamistas-, podría ser fatal. Basta recordar que los pakistaníes sí que tienen armas nucleares.



Photo: Matt Bors.

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¿Tienes miedo? Esto funciona así. Primero haces aquello que te infunde temor y es luego cuando te entra el valor.


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