Bashir y La Haya ~ DEFCON 3

La Corte Penal Internacional ha emitido una orden internacional de arresto contra Omar al-Bashir. El Presidente de Sudán, ha sido reclamado por La Haya en lo que es una decisión sin precedentes. No porque sea el primer jefe de Estado en ser requerido -Charles Taylor, ex-presidente de Sierra Leona, o el yugoslavo Slobodan Milosevic ya lo han sido previamente-, sino porque es la primera vez que se trata de un jefe de estado en ejercicio activo de su cargo.

Concretamente, el tribunal internacional pide el arresto de Bashir por crímenes de guerra (“ataques intencionados contra civiles y pillaje”) y crímenes contra la humanidad (“asesinato, exterminio, desplazamientos forzados, tortura y violaciones”) cometidos en Darfur. Al final, los cargos por genocidio han sido rechazados, aunque la Corte admite que puedan volver a ser estimados si se presentan pruebas suficientes.

No obstante, la eficacia de esta orden está aun por ver. Las detenciones en el pasado de los citados Taylor y Milosevic -aparte de las cazas al hombre de varios otros subordinados de éstos- ha puesto de manifiesto que, sin la colaboración del país implicado, es extremadamente difícil de llevarse a cabo. También lo destaca así un informe de la británica Aegis Trust. Y el país africano ya ha dicho, por boca del propio Bashir, que tururú. Bueno, realmente lo que ha dicho es que La Haya puede “comérsela” [la orden de arresto].

En el caso de Bashir, además, tampoco fuera de Sudán va a haber mucha colaboración. Dos países del Consejo de Seguridad de la ONU -Rusia y China; esta última con importantes negocios en la zona- quieren poner el caso en espera durante un tiempo. Y la Unión Africana, la Liga Árabe y la Conferencia Islámica ya han dicho que tampoco cumplirán la orden.

Además existe el riesgo de que el conflicto en Darfur se intensifique -aunque los precedentes minimizan esa opción- y que peligre el frágil proceso de paz iniciado. Hasta ahora, la UNAMID ha recibido ataques por parte de las guerrillas operantes en la zona. Ahora, puede que se le sume también el ejército sudanés. Si Bashir expulsará o no a los cascos azules, está por ver. Lo que de momento sí ha hecho es expulsar a varias ONG occidentales, entre ellas Medecins Sans Frontiers, Oxfam y Save the Children.

No obstante, la nueva política estadounidense puede que dé un apoyo fundamental al caso. Si bien Estados Unidos no forma parte del Tribunal Internacional -George Bush retiró a su país en 2002 para evitar que sus soldados fueran perseguidos por actos cometidos en Irak o Afganistán-, si que es el mayor contribuyente económico. Y el enfoque de la nueva Administración puede que no se detenga en sólo firmar de nuevo la Constitución del Tribunal.

De hecho, recientemente, Clinton propuso entre otras cosas, crear una zona aérea exclusiva, similar a la creada en Irak tras 1991 y ha advertido de una política más agresiva en la zona -aunque eso aun no se sabe ni cómo ni cuándo será. Lo cierto es que su política en la zona sí se ha vuelto más activa. Y a todo ello, habría que sumar los rumores de un posible golpe de estado en Sudán.

Sea como sea, de momento los que salen perdiendo son los miles de desplazados por la guerra.

Extra: Un par de buenos resúmenes (en forma de preguntas-respuestas) de la BBC y The Guardian sobre Darfur y la orden de arresto de al-Bashir.

Extra 2: Relacionado con otro Bashir, esta vez un corto sobre el cerco de Gaza de la mano del animador de la aclamada película israelí Waltz with Bashir. El director, en el caso de la franja, prefirió inhibirse de comentar nada.