Las dos mayores figuras que han caído son Carlos Lage, ex Ministro de Economía, y Felipe Pérez Roque, titular de la cartera de Exteriores. No obstante, ha pasado mucho más desapercibida y quizás es más característica la destitución de Otto Rivero, el encargado de la propaganda oficial del régimen. No extraña que Miami vea con buenos ojos esta medida.
De los otros dos, Pérez Roque se marcha justo en el -aparentemente- comienzo de una nueva etapa en las relaciones con Estados Unidos. Lage, por su parte, cae en un momento en el que la economía mundial hace aguas por todas partes. Ademas, hacia tiempo que no tenia poder alguno en el Gobierno de Castro. Algo inaudito para un hombre del que se llegó a plantear que fuera el sustituto de Fidel.
La noticia confirma dos hechos. Por una parte, que Raúl Castro está haciendo SU propio Gobierno, no heredando el que dejó Fidel. Se ha hablado mucho estos días del repuesto de los “hombres de Fidel” por los “hombres de Raúl” y del cariz militar de los repuestos. Y por otro lado, que Fidel no está interviniendo en los cambios y está dejando hacer a su hermano.
Sin embargo, lo chocante de todo esto viene por la forma de Fidel de avalar la decisión de su hermano. Nada más y nada menos que llamando “indignos” a los destituidos y acusándoles de haber colaborado con el “enemigo externo” [Estados Unidos]. Pocos insultos hay que duelan más que eso en Cuba.
Y pese a todo, Lage y Pérez Roque han vuelto al redil. Con el rabo entre las patas -o a saber cómo y por qué-, han admitido sus errores y han abandonado el Partido Comunista.
¿Apertura, cambio continuista o castigo por traición a la Revolución [de Lage y Pérez Roque]? El debate está servido.
Extra: Nuevas técnicas de camuflaje urbano.

Foto: Los destituidos Vicepresidente Carlos Lage y Ministro de Exteriores, Felipe Pérez Roque (AP Photo)
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