Osama bin Laden debe de estar muriéndose de envidia. Ni la salida al mercado de un nuevo éxito videográfico le ha devuelto a la posición de Primer Enemigo Público. Bernie Madoff, el mayor estafador de la historia para muchos -un banquero más para otros-, ha acaparado durante los últimos días el panorama noticiero.
Tanto para bin Laden como para Madoff los judíos han sido sus presas favoritas. Pero el segundo, se estima, ha producido ya mayores daños económicos que el 11-S. Y lo que queda por llegar.
Bernie amaneció ayer siendo el preso 61727-054 en una prisión de baja seguridad. El anciano reconoció su culpabilidad en la trama de la estafa piramidal que se destapó a finales del año pasado. Su vida está resuelta ya. Con 70 años y bajo rumores de que sufre un cáncer, no tiene mucho que perder.
Pese a ello, se resiste a entrar en prisión. Tampoco los afectados parecen contentos con la sentencia. Pedían sangre, querían venganza, rezumaban odio por los poros, estaban deseosos de ver sufrir a Madoff -y a su familia, a quienes consideran colaboradores- del mismo modo que ellos han sufrido. A fin de cuentas, como dice The Economist, en esta historia no hay héroes, sólo villanos.
Mientras tanto la crisis sigue. Pero los optimistas comienzan a aparecer. Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, fija la fecha del final de la crisis en 2009. Su homólogo europeo, Jean Claude Trichet lo adelantó un poco más.
Otros dan signos menos dependientes del tiempo: el premio Nobel Edmund Phelps ve el final cuando los bancos empiecen a ser más reservados -mal momento para empezar políticas de transparencia, que tomen nota los suizos. Nicholas Colas y Oren Klachkin, por su parte, apuestan por dar diez titulares que, de aparecer en los medios, significarían que el fin está cerca.
Pero ninguno de ellos puede asegurar nada. La economía no es una ciencia exacta. Muchos inversores se acercaron a Madoff gracias al boca a boca. Muchos inversores también se leen los periódicos y ven la CNBC para informarse.
Hablando de la CNBC... En su momento, Jim Cramer, analista de la cadena -la cadena económica mas importante del país, equivalente en España a lo que aspira a ser Intereconomia- aconsejó a los inversores que compraran acciones de Bear Stearns días antes de que ésta implosionara. Jon Stewart lo atacó duramente. Cramer se defendió atacando. Finalmente, ha llegado la réplica de Stewart:
Deberían quitarle el pitido al “Fuck you!” de Stewart. Quizás así Cramer lo entendería y evitaría verse ridiculizado (de nuevo) en un cara a cara con Stewart.
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