Cada poco aparecen detalles que ilustran la incompetencia del anterior presidente y su equipo. Si hace unos meses supimos que Donald Rumsfeld estuvo a punto de poner en peligro toda la estrategia en Afganistán -y las vidas de los soldados estadounidenses- o cómo identificó la guerra en Irak con una cruzada cristiana, hoy sabemos que Estados Unidos renunció a capturar a Saad bin Laden, cuarto hijo de Osama.
Saad fue supuestamente eliminado -según la CIA- la semana pasada en un ataque con drones en Pakistán. Sin embargo, desde 2003 se encontraba en arresto domiciliario en Irán. Los allatolás ofrecieron entregar vivo al hijo de Osama a los americanos pero éstos desestimaron la oferta.
A cambio, Teherán pedía a los cabecillas iraníes del grupo terrorista MEK que estaban refugiados en campamentos en Irak. Son, por cierto, los mismos que esta semana han sido desalojados con violencia por las fuerzas iraquíes (y probablemente vayan a ser expulsados del país, aunque no a Irán). Washington se negó en rotundo.
Cinco años después, a finales de 2008 y tras haber perdido todo su valor como prisionero, Saad fue liberado en la frontera con Pakistán junto con varios dirigentes más de al-Qaeda.
Genial, Mr. Bush.
Photo: Family Guy/Fox
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