La Secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, advirtió a Irán que la oferta de dialogo hecha por Obama no va a estar ahí eternamente, esperando a que se decidan. Sin embargo, los iraníes tienen ahora motivos mucho más graves de los que preocuparse dentro de su propio país, como bien reconoce Obama. No parece pues que el asunto vaya a cambiar mucho en las próximas semanas en ese sentido.
Quien de verdad sí que está apretando las tuercas es Israel. Obama pidió a Netanyahu un margen de maniobra hasta final de año, para ver la reacción de los iraníes. El hecho de que un informe de la inteligencia alemana -la misma que ya antes había fallado estrepitosamente con Irak- coloque a Irán con la bomba nuclear en seis meses tampoco ayuda a calmar los ánimos.
Sin embargo, el gobierno de los halcones de Bibi nunca ha estado dispuesto a esperar tanto. La semana pasada, en una rara acción a plena luz del día y sin sumergirse, un submarino israelí de clase Dolphin cruzó el canal de Suez camino del mar Rojo. Pocos días después, dos buques le siguieron. El paso del Dolphin, equipado con misiles de crucero al igual que los navíos que le siguieron, ha sido interpretado como una medida de presión o un mensaje amenazante a Ahmadinejad.
También desde hace meses Israel lleva ejerciendo simulacros de ataques aéreos de larga distancia. Incluso operaciones reales, como el ataque a un convoy de armas en Sudan a comienzos de este año. Sus F-16 y F-15 han sido acondicionados para aumentarles la autonomía, y ya ha recibido los primeros F-16I (imagen) con un rango de acción ampliado.
Por su parte, Arabia Saudi parece haber dado su consentimiento a que los cazas de la IAF atraviesen su espacio aéreo ante un hipotético ataque a Irán. Es un gran alivio para los israelíes saber que pueden contar con ello, ya que de no haber sido posible, las posibilidades se reducían bastante. Probablemente el hecho de que los árabes teman a Irán tanto o más que Israel será decisivo en la decisión final.
En Irán se han tomado las amenazas de un ataque -aéreo o no- en serio. De hecho, hace un mes fue cancelada una exhibición aérea por temor a que los israelíes lanzaran un ataque que acabara con todo el poder aéreo iraní en una sola pasada.
Pero mientras que la provocación es algo palpable, un hipotético ataque se torna más complejo. Aparte de las complicaciones técnicas que conlleva, es difícil ver el apoyo de Estados Unidos o la Unión Europea a Israel en esta empresa de consecuencias imprevisibles. En Europa y Estados Unidos se han dado cuenta de que Israel no les escucha, y tampoco se encuentran muy dispuestos ahora a escuchar ellos.
Puede que no estén a favor de Irán, pero las acciones de los judíos en Líbano, Gaza y Cisjordania han dejado aislado también al Estado hebreo. No van a dejar indefenso a Israel, pero tampoco van a ir a la guerra de la mano. Si los hebreos van a la guerra, esta vez irán solos.
Photo. GlobalSecurity.org
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